Para garantizar este rendimiento, los fabricantes de césped artificial para pistas de pádel han desarrollado soluciones específicas para este deporte.
Actualmente, existen tres tipos de superficies artificiales para pistas de pádel: fibriladas, con filamentos rectos o con monofilamentos texturizados.
Este último es, sin duda, el mejor en cuanto a rendimiento técnico y atractivo estético.
Se trata de filamentos fabricados mediante un proceso termomecánico (texturización), que garantiza que mantengan su memoria dimensional definida y su característico aspecto rizado. La estructura, las ranuras y las partes acanaladas de los filamentos, con un grosor que oscila entre 160 y 250 micras, se definieron mediante un interesante proceso de I+D para garantizar el mejor rebote de la pelota y una velocidad de juego optimizada. Los filamentos texturizados también están diseñados para encapsular la arena dentro de la superficie del césped, minimizando el desgaste de las fibras y las pelotas, garantizando así una mayor durabilidad de la superficie. Tanto los monofilamentos rectos como los texturizados se cosen sobre soportes especiales y finalmente se fijan al soporte de propileno mediante resinas o poliuretano (el material preferido por su resistencia y durabilidad).
Una vez finalizado este proceso, el pavimento se encuentra en forma de rollos listos para la instalación del césped artificial en la pista de pádel: una operación rápida y sencilla, cuando la realizan profesionales cualificados.
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